Es conocido el chiste sobre el escaso reconocimiento académico de la obra de Dios. Pero los actuales criterios de publicación de artículos académicos podrían no solo haber impedido la publicación al autor de la Biblia sino también a insignes economistas. Adam Smith o premios Nobel como Hayek, Coase o Buchanan apenas utilizaban las matemáticas en su obra, algo que parece indispensable en las actuales revistas de economía. Según un reciente estudio el 98% de los artículos publicados por las 10 principales revistas académicas de economía usan las matemáticas. ¿Lograría Adam Smith publicar hoy? Confiemos en que su obra encajaría en ese raquítico 2% de textos sin ecuaciones ni regresiones que se publican en la actualidad.
Cuando veo tesis muy voluminosas siempre me pregunto si alguien las habrá leído. Muchas de ellas acaban convertidas en libros con muchas menos páginas pero mucho más legibles. Incluso hay autores que logran transmitir sus ideas convirtiendo sus tesis en artículos, lo que supone una comprensión mucho mayor. Pero no todas las tesis son kilométricas, Ángel hace un repaso en su blog sobre las tesis más cortas de la historia. El record lo posee Gianluca Tempesti que en 1989 presentó una tesis en la Universidad de Princeton de sólo tres páginas. La longitud de las tesis parece no guardar relación con el éxito de la teoría defendida si atendemos a que la tesis de John Nash , nobel de economía, tenía apenas 27 páginas. ¡Y tiene sólo dos referencias bibliográficas! Pero de la misma manera que la extensión de una tesis no garantiza su bondad tampoco su brevedad lo hace.
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